Sonetos

YEMAYA

Diosa del Mar, hoy puede ser tu abrazo,
el que acune mi amor inadvertido,
porque sabes que el amor que se ha ido,
reposó su sonrisa en tu regazo.

Diosa del Mar que guardas ese lazo,
porqué su amor quiere ser protegido,
de la inclemencia de un tiempo desteñido,
que pasaría despacio en mi solazo.

Recuerda Diosa amable y soñadora,
que su recuerdo es sólo lo que tengo,
y mi boca es su boca la que añora.

Recuerda que no quiero olvidar la hora,
cuando llegue me llamas, y yo vengo,
quiero besar su boca sin demora.

 

DESESPERANZA

Qué esperanza encierra hoy esa razón,
cuando al alba despacio se asoma,
cuando la barca no tiene pescador,
o la reina se queda sin corona.

Qué sonido tendrá hoy esa melodía,
si el sentimiento está en arcón,
cuando tienes miedo que llegue el día,
y otra vez descubras no hay corazón.

Sólo esperar de forma inconsciente,
que unos ojos dulces contemplen los tuyos,
mientras tranquila reposa la mente,

sólo mantener vivo aquel orgullo,
cerrar los ojos de forma insistente,
mientras tus sueños llegan a los suyos.

 

AGONIZAR

No cerrará el mundo hombre tus ojos
sin que empujes de nuevo hacia el fracaso,
flores del ayer cubren el regazo
convalecientes encuentras despojos.

Jocoso apuñalas momentos tiernos,
emergiendo desnudo en lejanía
placer que añoras sentir en los días
mientras tu alma queda en el infierno,

Caminarás triste amarga victoria,
sintiendo en ella tan sólo inclemencia,
por haber quemado la hora de gloria.

Volverás de nuevo pidiendo perdón,
rogándole al cielo hacer penitencia.
ensalzando irónico el viejo pendón.

 

LOS FANTASMAS

Regresan fantasmas sumidos en quebranto
y bailan este tango de amarga realidad,
es un baile de lobos sin risas y lloros,
en la noche silenciosa se siente su aullar.

Regresan a escuchar con los ojos cerrados,
ni un farolillo rojo ya los podría guiar,
son seres etéreos se sienten maltratados,
entre sábanas blancas se quieren ocultar.

Nos une un lazo eterno de música ambiental,
bailamos atados por viejas melodías,
que solas en la mente no dejan de bailar.

Por el horizonte, ya se pierden cansados,
bailando tanto tiempo de unos brazos a otros,
que en su sábana blanca quisieran descansar.

 

SOMBRA 

Guarda corazón al despertar la sombra,
que en las tristes noches hasta aquí se acerca,
quisiera enlazarla mientras que me nombra,
después retenerla tras todas las puertas.

Sobre los sueños humanos en el mundo,
se acerca esa sombra que siempre es inmortal,
cuando te acaricia no existe lo inmundo
todo vuelve ambrosía, ya no habita el mal.

Sombra que en la noche atraes a esta mente,
sólo al despertarnos el placer no se siente,
dormidos en vida tendríamos que estar,

y mientras tú, sombra, te alejas despacio,
llegan nuevos días, cubriendo el espacio,
observar la vida, te impide hoy soñar.

SENTIMENTAL

Has pensado quizá en mi y lo cuentas,
unos sueños hermosos de jardines,
oír de pronto sonido de violines,
en mundos extraños y sin tormentas.

Unión de tristeza y esperanza,
con olor de jazmín y verde pino,
sintiendo de los pájaros el trino,
en los días que llena esta añoranza.

Gracias a tener ese pensamiento,
se aparta del dolor el sentimiento,
llegando así la alegría y el perdón.

El mundo renace a la nueva vida,
alumbrando calor la fe perdida,
inundando festivos el corazón.

 

EL TIMÓN DEL AMOR

¿Dónde vas ahora con barco sin rumbo?,
amor vagabundo que has anclado aquí,
veleta ondeante a un aire profundo,
que el vate angustiado quiere describir.

El bate del juego golpea tu vida,
sin llegar a puerto te hace su bufón,
¿por qué pignoras en causar heridas,
encallando ya siempre, en el corazón?

Izas tu bandera en puertos en calma,
al llegar al alma, rompes el timón,
y lo hundes todo con sabia desalma.

Las vidas perecen, bajo tu timón,
por ser peregrino en mares sin agua,
otra vez renaces en el corazón.

 

VIENE EL AÑO

Viene el año que empieza vagabundo,
a la espera de verdad sin fantasía,
sólo así perderá la melancolía,
dejada en el pasado por el mundo.

Viene el año a la espera de un segundo:
sin atentados, sin muertes, ni agonía,
sólo mirar al cielo, y que alegría
aparezca entre el sueño moribundo.

Viene el año, tras otro que se aleja,
el que dejó montones de basura,
corazones sumidos en la queja,

tragedias, sinsabores, amargura.
Viene otro año ojalá que con ventura,
para todos cual nueva moraleja.

 

TÚ, MI AMIGO

Amigo, ahora que eres soberano:
del brillo que ilumina mi cabello,
del perfume que brota de mi cuello,
de la ternura que nace de mi mano;

que me demuestras amigo temprano:
como ver de la vida azul destello,
como atrapar el sentir de lo bello,
para olvidar el dolor, aún cercano.

Doy las gracias por tu risa con duende,
por el placer que produce olvidar,
mientras tu beso de mi boca prende.

Doy las gracias por saber que el amar,
fuente es de dicha que ahora se extiende,
arropando este mundo al caminar.

 

ROJO ATARDECER

¿Si existe cada cosa y cada gente,
mi rojo atardecer, adónde fuiste?;
por ti cambié el color, y no volviste,
vagando vas, tan lejos de mi frente.

Con la mirada triste sobre el cielo,
mi rojo atardecer busco serena;
escarbo entre los cielos y la arena,
perdiendo la mirada sobre el suelo.

Volverás mañana en dudoso engaño,
sin saber que mis ojos han llorado,
sin saber que tu marcha me hizo daño.

Bien sé que volverás, está nublado,
y vuelve a despertar el desengaño,
vencido en su esperar desesperado.