La memoria de las hojas

Como la muerte llama a la muerte, porque siempre hay algo más de lo que no vemos,
piensa que vuelve y alba, le falla la memoria…

Los sueños se rompen en un eco de vida sin pausa.
Lo siento, dice el tiempo al ver como caen las hojas.
Lo siento.

hojas

Mira de nuevo y nada impide que el sándalo perfume, aquí,
en este camino de ida y vuelta que ha hecho suyo.

Habita en imágenes inexistentes, en un desespero que rompe con ganas de vivir,
abocando por el recuerdo de un afán que creyó mentira.

Morir sin estar muerta, vence a la risa de hierro y de cemento.
Alma de calles y piedras que son la imagen de su verdadero ruido.

Puede que la mañana aparezca vacía, que los instantes carezcan de sentido,
que se quiebre la cita en el pie de página y que aglutine lo que desean decir sus ojos,
aún así, poblará el sudor de sus pasos con colores…

¿Quién habla?
La memoria de las hojas que yacen en su libro sin estrenar.

libro